Política, economía, sociedad, amor, vida y muerte. ¿Algo más? También.

sábado, 30 de abril de 2011

Un espectáculo de machismo e hipocresía

La Reina, las Damas y el Señor
Las Fiestas de Sant Pasqual, el patrón de la ciudad, se acercan, y Vila-real bulle de emoción. Como en toda Fiesta que se precie, hay reinas, hay pregones, hay ofrendas de flores. Y hay mujeres. Mujeres con largos vestidos adornados, zapatos de tacón, peinados y maquillaje. Mujeres ataviadas con joyas, porque ellas son joyas que brillan en la noche ante la atenta mirada de cientos de personas bien vestidas y repeinadas. 
La belleza se muestra, como en tantos otros concursos dónde aparecen mujeres, como plato fuerte de una mujer muda, acompañada del brazo de un hombre que la ayuda a subir unas escaleras, mientras ella sonríe y saluda al público que la aplaude. Una majestuosa celebración de la mujer florero, de la inutilidad hecha persona, del rimmel en exceso y de las flores no aptas para alérgicos. 
La hipocresía se viste de gala en una sociedad que se queja del maltrato a la mujer, del machismo en las condiciones laborales, pero que sigue considerando que en las fiestas de su ciudad o pueblo tiene que haber un grupo de jovencitas ataviadas con vestidos de época, que representen la frivolidad y la incapacidad de decir dos palabras seguidas.
La Reina de Vila-real tiene 18 años y estudia periodismo. Creo yo que capaz será, de vivir, pensar, sentir por ella misma. Por eso no entiendo que hace ahí, de la mano de un alcalde al que le llueven más quejas que alabanzas, que la sostiene firmemente para subir tres peldaños, quedar en lo alto, y cuando está bien arriba, no pronunciar una mísera palabra.
Esta sociedad hipócrita sigue buscando lo mismo: mujeres bonitas, vistosas y mudas. Sin capacidad de raciocinio, de iniciativa, sin autoestima. Porque es más fácil que una mujer que tenga la inteligencia que yo tengo, que no es mucha, pero que al menos me da para poder escribir esto.

miércoles, 27 de abril de 2011

El bendito día que decidí ser periodista

Yo quería ser médico. De verdad. Siempre me llevé bien con la biología, y con 5 años ya sabía todos los huesos del cuerpo humano. Exactamente, neonatóloga o neurocirujana. Era algo que iba a decidir en otro momento. Pero, mis padres me dieron el don de escribir bien, una bonita voz bien entonada, una capacidad comunicativa demasiado precoz y potente (con 10 meses ya aturdía a la gente con mis frases insidiosas), la curiosidad por todo, el perfeccionismo y la autocrítica feroz, características propias de la mayoría de los periodistas (hay algunos que, por desgracia para los ciudadanos, nadie sabe muy bien qué hacen ahí). El insomnio aún no llegó, y aunque costó, las tazas de café (en mi caso con leche), a finales del penúltimo año de carrera, comienzan a ser mis aliadas cuando duermo cinco horas, como hoy. Espero no divorciarme, como dicen que suele pasar en esta profesión. 
Y así, un día, decidí que la responsabilidad de la vida de alguien en mis manos era demasiado grande, y descubrí que podía hacer otra cosa que me gustaba mucho: explicar a los demás qué pasa en el mundo, por qué pasa, y qué consecuencias trae. Eso es el buen periodismo. 
Sin embargo, bendito fue el día en que elegí esa profesión, y no otra. Si trabajar en un diario, revista, televisión o radio supone trabajar muchas horas, más de las permitidas por ley, nuestro futuro, el de los incipientes, es aún más negro: periodismo por Internet, la posibilidad de que a cada segundo haya algo para decir. 
No solo sufriremos por exceso de trabajo, sino que también sufriremos por exceso de mal trabajo, si esto no se regula. Es imposible que un solo periodista cuelgue unas veinte noticias al día, básicamente, porque no le da tiempo de asistir a todos los hechos, ni de escribirlos en condiciones. Así, se tira mano de noticias poco elaboradas y contextualizadas, de información de gabinetes que te cuentan lo que te quieren contar, y se llena una página a base de noticias pedorras que dudo mucho que a alguien le importen.
Y los profesores te consuelan diciendo que Internet lo único bueno que tiene es la inmediatez, y que el buen periodismo estará en los periódicos, dónde se harán análisis. Y yo me pregunto, ¿por qué no se puede hacer buen periodismo en Internet? ¿Es tan importante saber que hubo un incendio a 300 kilómetros al segundo de que los bomberos se enteran? ¿O es más interesante que, una vez apagado el fuego, se pueda colgar una buena noticia, que explique el incendio, los daños, se tenga la declaración de la persona a la que se le quemó la casa, si fue intencionado, la declaración de la Policía que atrapó al pirómano? ¿De qué nos sirve recolectar hechos y hechos desconectados, sin sentido, sin interés, pero inmediatos?
La tiranía de la inmediatez no solo hiere la profesionalidad del periodista, sino que también pone en peligro la libertad de información, derecho fundamental de todos los ciudadanos. Nos preocuparemos por tener la información antes que el otro, sin importar si esa es la información correcta, completa, y con todos los puntos de vista de los implicados. Sufriremos ante la pérdida del contrapoder ya tan mancillado de nuestra profesión, si no ponemos un alto a los medios de comunicación como empresa que debe generar beneficios. Tenemos que tomarnos en serio nuestro trabajo, porque lo importante es informar, no competir. Espero que alguien más piense como yo. Necesitamos una pequeña gran revolución. No hay que ser revolucionario desde la silla de tu Redacción, sino desde las posibilidades que tenemos, que son muchas más de las que creemos tener.

lunes, 25 de abril de 2011

"La Semana Santa acaba en Viernes Santo"


"La Semana Santa acaba en Viernes Santo". Esa fue la frase que resonó en una fábrica de un lugar de la Comunidad Valenciana (España), tras las quejas de los trabajadores que llevaban todo el domingo de Pascua trabajando inhumanamente (como siempre, desde el comienzo de la crisis). "No sé como será en vuestros países, pero aquí en España la Semana Santa empieza el Domingo de Ramos y acaba el Viernes Santo", fue la burla de la jefa ante una mayoría inmigrante (musulmanes, rumanos, sudamericanos) que tan solo pedía un rato de descanso para estar con su familia y comer huevos de chocolate, tras una semana agotadora y un mísero sueldo, pero con la reconfortante idea de que, al menos ellos, tienen trabajo.
Huevo de Pascua rumano
Ese fue el fin de una desesperanzadora Semana Santa para muchos, entre otros, a los que la lluvia les resultó lo suficientemente inoportuna. La calidez de los pasados días se fue, y nos dejó el frío y el agua cayendo del cielo. Los madrileños que buscaban una semanita de playa, se pusieron el bikini por la fuerza, y lo lucieron en una mojada arena. Los católicos dijeron por la televisión que "la procesión no se ha podido hacer porque llueve, Dios nos ha enviado la lluvia, por algo nos estará castigando", y yo, sentada frente a la caja tonta, me quedé anonadada ante tal razonamiento que, creía yo y muy equivocada estaba, no existía desde el siglo XV. Me sorprende como la mayoría (católica) critica el atraso de religiones como la musulmana, que promueven el machismo, la sumisión de la mujer, y sin embargo, consideran que una lluvia es producto del odio de Dios, y no de un fenómeno meteorológico claramente explicable. Cada cual está en su derecho a creer lo que quiera, y los ritos de la Iglesia están fundamentalmente basados en la fe, que como tal, es ciega. Sin embargo, vivir en el 2011 implica tener una cierta apertura mental para desterrar el mito del Dios castigador y tirano, sobre todo cuando, en mis épocas de misa, me explicaban que Dios nos amaba a todos por igual, y nos había dado el libre albedrío para decidir nuestro camino. 
"Yo pertenecí a las Juventudes Hitlerianas... pero por obligación"
Pero sin lugar a dudas, lo más inoportuno de todo fue que el Papa entrara a la esfera televisiva, en un conocido programa de la RAI, dónde el público realiza preguntas que le inquietan a diversos personajes públicos. La diferencia en este caso fue que, en vez de estar en el plató, el Papa aparecía desde una pantalla, y las preguntas realizadas habían sido escogidas y contestadas unos días antes, con mucho cuidado. Diversos medios de comunicación, como la Sexta (siempre tan amable con la Iglesia y el Vaticano), criticaron duramente la actitud del Papa, que yo vi hasta comprensible. Teniendo en cuenta que al anterior le pegaron un tiro, y dentro de todo era un ser humano querido por las personas, siendo Ratzinger, yo tampoco me arriesgaría a ir a un plató de televisión poblado de gente. Además, las preguntas escogidas fueron hechas por católicos con dudas, o al menos, por gente decente y coherente, pero estoy segura que, si las preguntas que se realizan a un político pueden resultar muy incómodas, muchos le harían preguntas hasta desubicadas al Papa. No es santo de mi devoción (y la frase viene al pelo en este tema), pero comprendo que el objetivo del programa es hacer preguntas de interés general, y no insultar o menospreciar a una figura pública.
De todas formas, Ratzinger me decepcionó. Decirle a una niña japonesa que sobrevivió al tsunami que "no tenemos respuesta, pero sabemos que Jesús ha sufrido como vosotros, inocentes", y que "este sufrimiento no era una cosa vacía, no era inútil, sino que detrás del sufrimiento hay un proyecto bueno, un proyecto de amor" me parece, como mínimo, aberrante. ¿Es necesario seguir creyendo que hay que sufrir, seguir recordando que Jesús sufrió y que nosotros sufrimos, y que eso es bueno? El sufrimiento no es bueno, la felicidad es buena, crecer como personas es bueno. 
Sin embargo, aunque de las siete preguntas muchas fueron encaminadas al tema de la Resurrección, María y otros temas de fe, debo decir como aspecto positivo el demostrar, ante la pregunta de la mujer musulmana de Costa de Marfil, que no importa de qué religión seamos, todos venimos del mismo lugar, y mientras hagamos las cosas con amor y con paz, debemos permanecer unidos frente a la violencia y los "demonios" que nos acechan. Demuestra inteligencia el querer unir a pesar de las diferencias. Me quedo con eso. Y eso que nunca me cayó muy bien Ratzinger.


Se puede leer la entrevista completa en Catoliscopio

domingo, 17 de abril de 2011

"Ponete lana, que el polar no abriga"

Dicen que madre hay una sola, padres a patadas. Cualquier persona puede haber sido criada sin padre (aunque eso no sea lo más correcto, lo más saludable, lo más aconsejable, lo más), pero nadie puede existir sin madre. El padre puede ser un señor que se encontró tu madre en una discoteca, el hombre con el que se casó o tiene una relación estable, o el frasco repleto de espermatozoides de un banco de semen. Sin embargo, tu madre te tiene dentro suyo, eres un parásito para ella, que le roba comida y le cambia la vida. Para bien o para mal. Pero, sí o sí, es tu madre. 
Convivir con tu madre a veces puede ser difícil. De niña, una quiere ser como ella: tu madre siempre es la más linda, la más buena, y la mejor. Probablemente, lo sea, porque ya no soy niña, y para mí, lo es. Pero a medida que una va creciendo, se da cuenta de que su madre es su madre, y que no es lo mejor querer parecerse a ella. De la admiración ciega de la niñez, en la adultez se pasa a una admiración, sin más, y por motivos más reales. Lo peor es la adolescencia, porque te duele todo, y no precisamente lo físico. Te molesta que tu madre te controle, te diga que te abrigues, no te deje volver muy tarde, o te pregunte algunas cosas. Es una continua lucha entre el amor a tu madre y el amor a la libertad y la supuesta madurez que una tiene. 
Cuando una crece, y llega a los 21 años, empieza a darse cuenta de que muchas de las cosas que a una no le gustaba que su madre le dijera, son verdad, y tiene razón. Ahí viene la relativa calma, al menos en mi caso, por ser de caracteres complicados ambas. Sin embargo, hoy puedo decirte: mamá, tenías razón. En muchas cosas, sabes cuales. 
Hoy es tu cumpleaños, y voy a estar esperando que llegues a casa con una torta mal hecha por mí, con mucho dulce de leche y chocolate. Hoy te quiero decir que los últimos 21 años de tu vida pueden haber sido duros, difíciles, complicados, pero yo siempre intenté estar ahí sacándote una sonrisa, y siempre voy a seguir estando. Hoy te digo que todo lo que soy, es por vos, y por eso sos una excelente madre. Tenés una hija ya grande, vieja se podría decir y todo, que espera seguir siendo siempre el mayor regalo de tu vida.

 Por eso, hoy no hay ningún regalo envuelto jaja.

FELICES 27 AÑOS!!!!! jajajaja

TE AMO MUCHO!!! 


Y esta fue la torta, finalmente

viernes, 15 de abril de 2011

Por qué me gusta la política

La gente la ve aburrida. Los políticos son seres corruptos, inventores de promesas, arruinadores de personas y famosillos sin programa del corazón propio. La democracia, la dictadura, la monarquía y cualquier régimen en el que una persona (elegida por el pueblo o no) manda, es la forma más fácil de hacer difíciles las cosas. 
Junto con el dinero (no solo el sistema económico), la religión, la distinción de razas, la guerra y la violencia, es un mal que nos hemos inventado para ser infelices. 
Y la política promueve todo eso de arriba, aunque no todo junto: no hay sistema político sin sistema económico, y no hay político que no administre mal el dinero. Muchos sistemas políticos, como los árabes, se basan en la religión. Muchas naciones delimitadas políticamente equivalen a una raza, etnia, cultura cerrada y fóbica de los demás. Y muchas naciones (todas políticas) usan la guerra y la violencia para conseguir sus objetivos.
Dicen que el hombre es un animal social, pero también es un animal político. La política es el método natural de organización y selección natural del hombre. Manda el más fuerte, los demás le obedecen, y así convivimos, en teoría, de manera ordenada y eficaz. 
La política es la esencia del hombre, y precisamente, no la parte buena de la esencia. La política es competitividad, es afilar los dientes, es la búsqueda del poder que corrompe, es la fama, es la "impunidad".
La política es la forma más fácil de convertirnos en animales usando la razón.


Por eso, la política es fascinante. Y por eso, no me metería en ella.

miércoles, 13 de abril de 2011

En el mundo no pasa nada

Veo las noticias por la tele. Cuando tengo oportunidad, las escucho por la radio. Y también, leo periódicos, en papel y en Internet, según qué suceda en mi casa. Como intento de periodista que soy, esto que tengo para decir no queda muy bien, y juega en mi contra, pero es cierto: para los medios, en el mundo no pasa nada.
Da igual qué canal de televisión y en qué horario (cuando recién se despierta uno, a la hora de comer o a la de cenar), todos pasan lo mismo. Unos le prestan 10 segundos más a una cosa en vez de a la otra, pero todos tratan los mismos temas, y algunos, durante mucho más tiempo del necesario. Es el caso de cuando España ganó el mundial de fútbol, que fue todo lo que sucedió en el mundo durante una semana; o casos más graves, como las catástrofes naturales, donde parece que solo en Haiti, en Japón, la gente sigue viviendo y muriendo.
En la radio, más de lo mismo: hablan de los titulares de periódicos, comentan un poco, pero muy por encima, las cosas y fin de la historia. Y son los titulares de esos periódicos, los que tienen la foto bien grande, ocupan toda la página (o más) y aparecen en portada, en los que tenemos que pensar. El breve de la esquina, probablemente sea saltado por muchos y caído en el olvido, siendo el redactor de breves la persona más infeliz del mundo.
Y así, en un mundo repleto de gente, con millones de hechos interesantes, curiosos, divertidos, agradables, amenos, e incluso, un mundo lleno de hechos sangrientos, morbosos y negativos como les gustan a los periodistas, seguimos quedándonos con las seis o siete noticias de siempre.
"Nadie es bueno todo el tiempo... nadie es malo todo el tiempo". Creo que las noticias necesitan dejar de ser tan rígidas, tan estructuradas, tan espectacularizadas. Todo lo que pasa es relativo, nosotros somos subjetivos, y hay demasiadas cosas interesantes para contar. ¡Pongamos manos a la obra!

domingo, 10 de abril de 2011

Mi vida en 345 palabras

Esa era yo, con la madre que me parió...
Nací, lamentablemente para mi madre, con la cabeza demasiado grande. Aprendí a hablar demasiado rápido, y me gustó intentar entender a los mayores desde mi pequeña altura y mi gran capacidad de decir lo que pienso sin tener muy en cuenta si suena bien o mal.


Mi infancia pasó entre amigos (algunos aún perduran a día de hoy, y son esas “hermanas de alma”), maestras que me pedían que hablara menos porque distraía a mis compañeritos, y bailando. Cuando empecé era realmente mala, un árbol tenía más swing que yo, pero gracias a esa profesora que a veces era un poco cruel, hoy puedo decir que me muevo bastante bien.


Mi rebeldía llegó de la mano de cortarme un pelo largo hasta la cintura por encima de los hombros, y la vergüenza ante la mirada masculina me llevó a usar ropa ancha para esconder las curvas (cuando, por fin, las tuve). Me siento orgullosa de haber vivido la adolescencia lentamente, sin apurarme por ser más vieja de lo que era. Recuerdo las primeras salidas, eran todo un acontecimiento dónde llamar la atención de aquel amigo. Fui, hasta unos años después de mi adolescencia, una completa inexperta del amor, lloré mucho por gente que no valía la pena, y con 20 años (demasiado pronto, comparado con otros), descubrí que amar significa llorar, pero de alegría.


En estos 21 años, todo lo que soy se lo debo a las personas con las que me crucé: algunas, fugaces, desaparecieron al poco tiempo dejándome recuerdos, otras, como mi familia, están ahí desde antes que recuerde, y son los pilares de mi educación, los formadores de mi carácter y los impulsores de mis logros. Otros, están hace tanto tiempo que ya están lo suficientemente curados de espanto como para tener la seguridad de que no van a salir corriendo. Y los que están hace relativamente poco, sé que conmigo se van a quedar, porque fueron escogidos de forma consciente por mi madurez de ser, que me ha llevado a distinguir a quienes vale la pena dar una parte de mí.

viernes, 8 de abril de 2011

Hazte un blog y cabrea a tu jefe

Hay gente a la que le encanta generar polémica. La diferencia está entre hacerlo bien, o hacerlo a lo Sostres. Wikipedia lo describe como escritor y tertuliano, yo más bien lo describiría como gordito traumado que esconde tras sus alardes de superioridad todos sus miedos y complejos.
Un chico normal fue la gota que colmó el vaso de Pedro J., que decidió borrar la parte deleble de la situación: la última entrada del blog de Sostres. Sin embargo, todos aquellos que poseyeron El Mundo del 7 de abril de 2011 en sus manos, pudieron verlo ahí, en papel, impreso como se está perdiendo la costumbre de hacer. Eso no se puede borrar, lamentablemente.
Porque un chico normal es ese "de 21 años que está enamorado de su novia embarazada", por lo cual  "es normal que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo". El hecho de que haya sufrido, según Sostres, "una violencia brutal, que al no ser física nunca se considera, pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia" es la justificación del tertuliano generador de polémicas de todo tipo a que el chico normal, de mi edad, haya asesinado a su pareja y se la haya mostrado a su pobre padre (que estaba en Rumanía) por la webcam. Y ahora que él dice que es normal, en cuanto pueda iré a buscar al que me haya roto el corazón una vez, aunque haya sido en el pasado, y lo mataré.
Pedro J. se disculpó, nada menos que por Twitter (es lo fantástico de este mundo): "Lo inaceptable del texto de Sostres es que utiliza la misma expresión -'violencia'- para un asesinato y el engaño y abandono en la pareja. Acabamos de retirarlo. Pedimos disculpas". Ese es el problema, nada más. "Por desgracia el artículo no se puede retirar de la edición impresa. Ayer fallaron nuestros controles. Vuelvo a pedir disculpas", y todos nosotros, alumnos de tercero de Periodismo, a un año de acabar la carrera, ya nos vamos censurando los titulares sobre un congreso... habiendo especímenes así.
Desde el programa El Intermedio, se le preguntó, también vía Twitter, por qué decidió eliminar esta entrada y no otras igual de polémicas como en la que decía que el terremoto de Haiti era una forma de limpiar el planeta de lo malo, o que hablar español en Cataluña es de pobres. A pesar de que Pedro J. no respondió, yo sí puedo hacerlo: porque, en el periodismo, hacer apología de determinadas de un delito, es, aunque suene repetido, un delito. Nadie va a la cárcel por racista, por muy repugnante que sea su actitud.
Por eso mismo, la fiscal Soledad Cazorla está estudiando el artículo para aclarar si es un delito o no. "Cuando en lo que va de año se han producido 18 muertes de mujeres a causa de género, es intolerable que en algún medio de comunicación se dé cabida a opiniones como las vertidas por Salvador Sostres en su artículo", alega la Secretaría de la Mujer de CCOO de Madrid. 

Jovencitas de carnes turgentes

Otro tema que queda muy opacado, pero que sin embargo, me llamó la atención, es que, en otros temas, se contradice. En un programa de televisión, hace no mucho tiempo, manifestaba que le gustaban las jovencitas, y describió con lujo de detalles y sin ningún pudor delante de niños, que le encantaba "como les rebotaban las tetas". Sin embargo, el 30 de marzo escribió Y así le salió la niña, un artículo que critica a la hija (mayor de edad) de la consejera de Salud Marina Geli, que se sacó fotos provocativas para la portada de FHM. Geli, que creó una página web de educación sexual para jóvenes, dónde se promueven prácticas como la masturbación o el sexo oral, se explican métodos anticonceptivos y se incentiva a los adolescentes a tener relaciones sin sentirse presionados y completamente seguros, fue insultada hace no mucho en otro programa de television, si no me equivoco, de la misma cadena que en el que participó Sostres. Se la trató de puerca, zorra y guarra por enseñarle a cuidarse en el sexo a los jóvenes.  Y Sostres dice en su entrada de blog, que por eso la niña le salió así, "con poca ropa y practicando toda una serie de posturas seguramente aprendidas de las siniestras enseñanzas de su madre. De hecho, lo que más morbo da de estas fotos no es tanto la niña sino pensar en todo lo que ya sabe hacer gracias a los consejos maternales.
Cualquier madre normal se sentiría horrorizada viendo a su hija posando en ropa interior y con expresión precoital en la cara y en las piernas; aunque de todo modos los socialistas son tan bestias que hacen pasar su sórdida ideología incluso por encima del natural amor materno". De esta frase concluyo que, él debe haber seguido los consejos de Geli y de su asquerosa página web, mientras veía las fotos de la jovencita de carnes turgentes, pero como Geli es de izquierdas, y él de derechas, queda feo admitirlo. El amor, solo con las de Nuevas Generaciones del PP.

martes, 5 de abril de 2011

Nos quedamos sin aeropuerto

Paquito y Mafias, festejando sus gilipolleces divertidas
Hace unos días se inauguró la gran infraestructura de Castellón: un aeropuerto. Con la particularidad de que es un aero (de aire) y puerto (de puerto) sin aviones, sin permiso para la navegación aérea y sin compañías dispuestas a aterrizar ahí.
"Lo que nos diferencia a los valencianos es que no nos hemos resignado nunca, ni hemos esperado a que hagan las cosas por nosotros" fueron las palabras de Paquito (Camps, por si alguien no lo sabe). Declaración desafortunada, teniendo en cuenta que ante una estupidez de tal magnitud como un aeropuerto cuando, a una hora del mismo, se tiene otro hecho y derecho, hace que, en verdad, lo que haya dicho el Presi fue "lo que nos diferencia a los valencianos es que somos cabeza dura, y hacemos las cosas y gastamos millones aunque no sirvan para nada".
Porque fueron nada más que 150 millones de euros que, aunque no había aviones, se podrían amortizar con las supuestas visitar que se iban a hacer. Pero la Junta Electoral le ha quitado la idea loca del a cabecita a Mafias (Carlos Fabra, para los amigos), y ha decidido que nadie que camine sobre sus dos piernas podrá pisar el aeropuerto hasta el momento en que sea para subirse a un avión.
Apenas 12 personitas fueron en las pocas horas que estuvo vigente la visita ayer, y aproximadamente cien millones de periodistas y gente de Seguridad. Pero en Facebook se hizo una convocatoria para celebrar una fiesta rave inaugural el 24, y ya somos (me incluyo) 15 mil. Juan García Salas, director de aerocas, dijo que la suspensión de visitar significa que "tampoco pueden venir los del botellón". Todo para evitarse las molestias de limpiar después la mugre.
Así que ahora, el aeropuerto no es ni para los aviones ni para las personas, y las gilipolleces, al final, las terminó diciendo Fabra.



Hoy, hace 17 años que murió Kurt Cobain. Podrá no gustarte, pero sin él, la música terminó de morir. "They laugh at me cause i'm differtent, I laugh at them cause they're all the same"


lunes, 4 de abril de 2011

El agua de Japón, la nenita de Facebook y las acciones de Telecinco

El mundo no deja de asombrarme. Dos fueron noticias, otra, valoración personal. Pero los tres hechos me dejan perpleja. 
Primero que nada, el domingo me apareció como sugerencia de amiga, una niña de no más de 10 años que se saca fotos provocativas, ha tenido más novios que yo en toda mi vida, y al último lo dejó porque ella "lo ama, pero no sé si él me ama a mí". Tal vez suene como si yo hubiese sido una santa, pero la verdad es que mi época de diabluras comenzó mucho después de los 10 años. A esa edad, sabía cómo se hacían los bebés, pero me parecía asqueroso, y los novios que tenía servían para darle piquitos. Jugaba a las muñecas, y quería ser mamá en un futuro, pero nada más. No me planteaba lo que era el amor en pareja, y mucho menos soltaba frases de ese calibre que son más típicas de mujer complicada a lo Bridget Jones que de niña que aún debería jugar con las Barbies. Sobre las fotos provocativas, no estoy de acuerdo en que nadie se las saque para el ámbito público (en privado, es otra cosa), pero si tiene que ser, al menos, que sea mayor de edad. Ya no lo digo por mi moral, que debe estar quedándose antigua, sino por la dignidad de la niña, pero también por su protección. ¿Cuántas personas desviadas mentales tienen el mismo acceso que yo a sus fotos, y podría terminar el asunto mal? Extorsiones, violaciones y demás son un plato bastante común hoy en día para unos niños cada vez más expuestos al maravilloso pero al mismo tiempo aterrador mundo de Internet. 
Y siguiendo con otra señorita, con la princesa del pueblo, que no conozco ni quiero conocer, pero que, por una vez, protagonizó una noticia que me interesa. El dicho de que tiran más dos tetas que dos carretas están a punto de cambiarlo en Telecinco por el de tira más la Esteban que las tetas de cualquiera. Porque parece ser que si esta buena mujer anuncia que se va a darle el pollo a la Andreita en privado, sin amenizarnos la tarde del Sálvame, los numeritos de Telecinco en la Bolsa caen en picado, y los ejecutivos se agarran la cabeza (y con las dos manos). 
Ya que están de moda los cisnes, y mejor si son negros, esto es lo que, en jerga económica, es Belén Esteban. La Sexta Noticias informó que, el 21 de mayo, que se tomó un descansito de su trabajo, las acciones del grupo bajaron un 2,19%. El 2 de octubre, un 1,67% tras uno de sus arrebatos de me voy, y "olvida mi nombre, mi cara...". Eso se volvió a repetir el 7 de marzo (con una caída del 1,85%). Y la gran caída fue en marzo, cuando el valor de Telecinco descendió un 4,85%, nada más ni nada menos. Impresionante el atractivo de esta mujer, y más impresionante aún es que yo no se lo haya encontrado todavía.
Por último, Japón decidió hoy empezar a tirar toda esa agüita contaminada de Fukushima (que parece que de poco sirvió para enfriar) al océano. Un total de 10 mil toneladas que, según dicen, tienen un bajo nivel de radiación. Cabe destacar que los niveles de radiactividad detectados en las aguas cercanas a Fukishima son miles de veces más altos que el límite legal.
Esta parece ser una razón más para crear una nueva guerra, dónde los pronucleares se van quedando sin argumentos de peso para considerar beneficiosa este tipo de energía frente a otras energías como las renovables y naturales.
Como me dijo mi padre el otro día: inventamos cosas que después no sabemos cómo usar. Esa es, la energía nuclear: una cosa interesante, importante, peligrosa, que hay en todos lados y frente a la cual no sabemos muy bien cómo reaccionar.

viernes, 1 de abril de 2011

¡Divirtámonos trabajando!

Hoy se celebra el Diá Mundial de la Diversión en el Trabajo, y los de la CAM se están divirtiendo mucho. Después de muchas vueltas (oí por ahí que hace diez meses ya que estaban pensándolo), Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron el miércoles que a ellos no les divertía la gente de la CAM, y que no, que mejor no.
Y como todo esto no era lo suficientemente divertido para los trabajadores, pero sobre todo, para los mandamases, Fitch dijo ¿Por qué no le rebajamos el ratin de BBB+ con perspectiva estable a BB+? Les hacemos un favor. Para el que no lo sepa, BB+ significa basura. Así, tal cual. Porque la economía es algo tan delicado, que ser un BB+ implica calidad cuestionable o "bono basura". Y así de divertidos se quedaron ellos cuando les salió mal el plan, porque la rebaja del rating se realizó poco antes del cierre de la sesión, por lo que no cambió la cotización de unos títulos ya bastante desgastados.
Y no fueron los únicos a los que le salió el tiro por la culata, porque las cajitas que le dijeron no a la alicantina, salieron perdiendo. Fitch les dijo que va vigilar ese A-, que tampoco estamos acá para andar tirando cohetes. Y los vigilamos porque son malos amigos y rompieron el acuerdo. Y entonces, hoy viernes, Día Mundia de la Diversión en el Trabajo, también Cajastur y Caja Extremadura festejaron.
Como no podía ser de otra manera, Paquito se divirtió a lo grande (como suele hacerlo, aunque él lo haga de traje, y no como Tío Berlus, que prefiere el nudismo y las menores de edad). Ana Botella, delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana le dijo a los periodistas, esos seres inmundos que tenemos la calidad de meter el dedo en la llaga siempre, que esto se debe a "un fallido político del presidente de la Generalitat", porque "tanto Bancaja en su momento como la CAM son dos entidades de carácter regional que han estado bajo la responsabilidad de un territorio". Y como ya no había dicho suficiente, agregó que los proyectos de las entidades financiaban "proyectos prioritarios del Gobierno de la Generalitat, desde Terra Mítica hasta cualquier otro tipo de gran evento". Proyectos que animaron a participar a las cajas, y que después, las dejaron a ellas y al resto de los ciudadanos con el culo al aire. Para finalizar, e irse triunfal y contenta, dijo que Paquito debería de dejar de lavarse las manos (obviamente, no lo dijo así, sino diplomáticamente, pero es más divertido así).
Si bien habíamos visto un acto de valentía del presi cuando un joven lo increpó a la salida de no sé qué acto, diciéndole ladrón y tirándole otras flores, hoy las castañas del fuego las sacó la consejera portavoz del Gobierno, María Pedro Reverte, justificando que las fusiones son muy complicadas, y que lo que se intenta ahora es manipular políticamente por parte de los otros partidos.
Y así están las cosas en la Comunidad Valenciana... divertidas.