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domingo, 22 de diciembre de 2013

Los hombres buenos

Todos los hombres son iguales. Pero algunos son más iguales que otros -y soy plenamente consciente de que esta frase la copié-. Sin embargo, hay excepciones a la norma. Pese a lo que digan las mujeres despechadas, existen los hombres buenos. Como diría el dicho "pocos pero buenos", así puede que sean.
Me he cruzado con algunos hombres buenos, casi todos tienen las mismas características emocionales, una suerte de mal común que sufre la gente buena hoy en día y que los lleva a no mostrarse tal cual son. Suelen ser personas reservadas, poco habladoras, tímidas, que no buscan ser el centro de atención ni tienen un millón de amigos. Son gente que a menudo sufre el desprecio por ser "raros", cuando simplemente eso es un punto a favor. Pero la manada manda.
Los hombres buenos son aquellos que reciben a menudo el "te quiero, pero como amigo". Son los que escuchan los llantos por el ex, llevan a la chica borracha hasta su casa, y en lugar de aprovechar la situación, le sacan los zapatos y la tapan para que duerma plácidamente. Son los nunca elegidos por ellas, son los últimos de la fila; los que se quedan sentados en un rincón mirando como el tópico de macho alfa primero les roba a la chica con palabras dulces y poco certeras, la besa apasionadamente, la usa, la re usa y la deja tirada. Ahí el hombre bueno sale del rincón dispuesto a comerse el mundo, pero es muy tarde: ella no quiere saber nada del amor, porque dice que todos los hombres son iguales. Y ni siquiera le da la oportunidad de demostrar que él no es igual, que él estuvo ahí y que jamás se aprovecharía de ella.
Entonces, ha quedado claro que los hombres buenos podrían adquirir ciertas características físicas y emocionales comunes, que incluyen salirse de los cánones de belleza habituales, tener un carácter bastante tímido y reservado y buscar siempre mujeres fuera de su alcance.
Pero, ¿todas salen del radar? Los hombres buenos también tienen a sus fans número uno, aunque curiosamente, no se suelen dar cuenta de ello. Las mujeres que nos enamoramos perdidamente de los hombres buenos reconocemos no ser dueñas de una belleza espectacular ni tener cuerpo de modelo; pero podemos ofrecer cosas mucho más valiosas que eso. Solemos ser chicas bastante inteligentes y con sentido del humor. Digamos que sí, somos normales, pero por eso mismo... ¿por qué no se fijan en nosotras?
Parece que si estamos hablando de retos, uno de los mayores en este mundo es conquistar un hombre bueno. Estoy de acuerdo en hacer una especie de página web que se dedique a adoptar hombres buenos, así nos sería más fácil a nosotras poder conquistarlos.

1 comentario:

  1. Muy buen post Lucía. Como hipótesis , podría haber un desencuentro espacial o temporal que explique el fenómeno, o quizás es una forma de ir aprendiendo y mejorando ...
    Sin dudas que también existen las buenas mujeres, el corte es horizontal. habría que fundar un club para que se encuentren, con entrada gratis. Saludos.

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